Podríamos poner otra cosa, pero no queremos. Pasaron los tiempos de «videojuegos hechos por hombres para hombres». La videojugadora hace muchos años que ha venido a ocupar su lugar normal. Lo de hoy es, sencillamente, un recordatorio de lo que fue. Aún queda bastante camino, porque no se trata de chicos o chicas, sino de prejuicios de quien habla y dice disparates. No pensamos dedicarle ni un segundo más a todos (ojo, y todas) estos cenutrios. Venga, a echarle minutos al título preferido.