Ha fallecido el maestro Forges. A pesar de que pertenecía a una generación que veía al videojuego como un monstruo de siete cabezas (y a las pruebas me remito), a él le debemos más de uno la perspectiva de que la Historia no podía ser una losa inmóvil regida por la ortodoxia de lo que nos decían otros, y de cómo nos la contaban. Ejemplares los volúmenes de «La Historia de Aquí», que no tienen desperdicio, y se dejan leer y ver a día de hoy como hace treinta años.
La Historia es un auténtico «serious game», un referente de que lo importante no está reñido con el humor como acceso para entenderlo, comprenderlo y asumirlo, que no es otro el destino del historiador: intentar que su sociedad asuma el pasado para no mitificarlo ni malinterpretarlo. Supongo que el maestro Forges compartiría estas palabras: Vivamos con humor y con amor.
Juan Fco. Jiménez