Aún no doy crédito. No seré yo quien critique o no una subvención, pues no dudé un instante en apostar en la primera campaña de crowfounding para que este juego se terminase y se nos pusiera «a tiro» de los usuarios. Pagamos nuestros impuestos (yo los pago, como casi todos los que estamos obligados) para mantener un sistema de estado de bienestar, y para invertir en generar riqueza directa o indirectamente. También es cierto que alguien se tiene que quedar fuera de las ayudas, pero lo que no es de recibo es contestar con excusas que no encajan en la realidad. Desde que en 2009 se reconoció a la industria del videojuego como de interés cultural por el Congreso de los Diputados, pues en estos tres lustros el panorama del videojuego ha cambiado sustancialmente, de forma que ya es un universo de competitividad alucinante (comentario de usuario, que somos los grandes beneficiados). Lo que realmente me cuesta entender es por qué a unos sí y a otros no. Vale, no hay para todos, pero no encaja de ningún modo argumentar que el fenómeno histórico de los «tercios» no forma parte de lo que es un acervo de lo hispánico claro. Y como no lo entendemos, pues apoyamos sin reservas que, rememorando Empel, Tree Games Studios no se rinda y vuelva a intentar la financiación de su juego a través de otra campaña de crowfounding. Si podéis, de verdad, apoyad la iniciativa. Ojo: aquí no nos llevamos ni un céntimo, nada, absolutamente nada. Lo único que vemos es que como grupo de Historia y Videojuegos no hacerlo sería un disparate. Y si te gustan los videojuegos y la historia tampoco lo dudarás.
Mucho ánimo, que los Tercios Viejos escribieron buenas y malas páginas de nuestra historia (opiniones para todos los gustos), pero las escribieron.
Atentos a la información contenida en el vídeo del estudio de desarrollo en:
https://www.youtube.com/watch?v=Z2VB70GL0bI
Y si queremos transparencia, ahí va transparencia:
https://www.youtube.com/watch?v=anhlT3B42t4
Juan Fco. Jiménez Alcázar
