Tras haber pasado los primeros minutos con Atomic Heart (Mundifish, 2023), dos referencias nos asaltan de inmediato (y son impresiones personales, ojo, que a cada uno o una le puede sugerir otra cosa). Por un lado, ese desfile de robots nos recuerda muchísimo al de los clones de Star Wars. Y por otro, ese mundo distópico de un triunfo y desarrollo soviético nos trae a la librería el mundo de Blazkowicz en Wolfenstein. Lo cierto es que los universos ucrónicos y distópicos no pasan de moda.